En 1848, un debilitado Frédéric Chopin emprendió su última gira por Inglaterra y Escocia, llevando consigo un fiel compañero: su piano Pleyel n.º 14810, un instrumento de exquisita sonoridad que se convirtió en testigo de sus últimas composiciones y actuaciones. Tras su muerte, en 1849, este piano desapareció sin dejar rastro. Más de 170 años después, el piano perdido de Chopin sigue siendo un enigma sin resolver.
Hoy recorremos la historia de este instrumento perdido, su importancia en la vida del genio polaco, las pistas y teorías que tratan de descifrar su paradero.
EL PIANO QUE ACOMPAÑÓ A CHOPIN EN SUS ÚLTIMOS DÍAS
Chopin siempre fue exigente con sus pianos. Entre todas las marcas de la época, los Pleyel eran sus favoritos por su tono íntimo y delicado, perfecto para su estilo lírico y ornamentado. En 1848, ya gravemente enfermo de tuberculosis, viajó a Inglaterra y Escocia para dar una serie de conciertos, llevando consigo un Pleyel de cola n.º 14810, que usó en actuaciones privadas y públicas.
En cartas a su familia, Chopin mencionaba lo mucho que dependía de este piano, especialmente en sus últimos meses, cuando su salud se deterioraba rápidamente. Lo tocó en su último concierto público en Londres, el 16 de noviembre de 1848, y en su última interpretación documentada, en un salón privado.
LA DESAPARICIÓN DEL PLEYEL: UN MISTERIO SIN RESOLVER
Tras la muerte de Chopin en París (17 de octubre de 1849), su piano Pleyel no fue mencionado en su testamento. Su hermana, Ludwika, se encargó de repartir sus pertenencias, pero no hay registro de qué pasó con el instrumento.
Entre las teorías más plausibles que intentan dar explicación a la desaparición del Pleyel, destacan tres:
- Pudo ser vendido en una subasta privada: Muchos objetos de Chopin se dispersaron entre coleccionistas y es posible que el piano fuera adquirido por algún aristócrata británico.
- Pudo ser devuelto a la casa Pleyel: Algunos investigadores sugieren que pudo ser reclamado por el fabricante, aunque no hay documentos que lo confirmen.
- Puede estar perdido en una colección privada: Podría estar en manos privadas, sin que su dueño actual conozca su verdadero valor histórico.
En 2018, un investigador polaco afirmó haber encontrado un Pleyel de la misma serie en un castillo escocés, pero nunca se halló una prueba que confirmase que había pertenecido a Chopin.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE ENCONTRAR ESTE PIANO?
Más que una reliquia o un objeto de valor, este Pleyel es una pieza clave para entender las últimas obras de Chopin. Algunos expertos creen que su sonido único influyó en sus últimas mazurcas y nocturnos, compuestas en ese periodo.
Si se encontrase el piano perdido de Chopin, se podrían conocer sus ajustes especiales. El compositor pedía que sus pianos tuvieran, entre otras, una acción más ligera para compensar su debilidad física. Un análisis técnico del instrumento permitiría recrear su sonido original, un descubrimiento fascinante para pianistas y musicólogos.
Últimas pistas y búsqueda actual
En los últimos años, han surgido nuevas pistas, como ciertas cartas de su alumna y mecenas, Jane Stirling, que sugieren que el piano pudo quedarse en Escocia. Por otra parte, se ha descubierto que en un inventario de 1849 de la casa Pleyel se menciona un piano «en préstamo a un cliente distinguido», aunque no consta el nombre. Actualmente, son muchos los coleccionistas e instituciones que siguen tras el rastro del piano perdido de Chopin, revisando archivos y subastas antiguas.
El último piano de Chopin no es solo un objeto valioso, sino un símbolo de sus últimos días creativos. Su desaparición añade un halo de misterio a la leyenda del compositor. Su descubrimiento supondría un hito en la historia de la música clásica.