Más de un siglo y medio de historia da para mucho. Desde que el primer piano oficial de Steinway & Sons viese la luz en 1853, son incontables los acontecimientos importantes que se han vivido.
Uno de ellos, sin duda, fue la Segunda Guerra Mundial, en la que los pianos Steinway & Sons tuvieron un papel protagonista.
DE LA CORNETA EN WATERLOO A LOS PIANOS DE GUERRA
La música siempre ha ido unida, de una forma u otra, a los soldados. Marchas militares, toques de corneta, canciones para motivar a las tropas… Poco imaginaba Heinrich E. Steinweg cuando, con tan solo 18 años, hizo sonar su corneta en la batalla de Waterloo para dar la señal de ataque contra Napoleón, que sus pianos iban a participar en otra gran guerra.
En 1850, la familia Steinweg, posteriormente Steinway, emigraba Estados Unidos para desarrollar allí su negocio familiar, lejos de la inestabilidad política de la Alemania de fin de siglo.
Pasaron las décadas y la empresa familiar de pianos Steinway & Sons adquirió el reconocimiento mundial del que hoy hace gala. La Historia seguía su curso y de nuevo Alemania protagonizaba una cruenta guerra.
UN PIANO EN EL CAMPO DE BATALLA
Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos necesitaba el cobre de las cuerdas de los pianos para fabricar material estratégico y la madera para las culatas de las armas. Como consecuencia, el gobierno estadounidense obligó a Steinway & Sons a manufacturar productos esenciales para la batalla.
Sin embargo, tuvieron una petición muy particular: fabricar en torno a 2.500 pianos para hacerlos llegar a las tropas y levantar la moral de los soldados.
Fueron los pianos Victory Vertical, pequeños pianos verticales de colores similares a los de los uniformes militares. Estos pianos se construyeron con materiales no restringidos y se embalaron junto con herramientas de afinación y partituras de composiciones populares.
IT’S RAINING PIANOS
Literalmente, llovieron pianos Steinway & Sons en la Segunda Guerra Mundial.
El entretenimiento era vital para los soldados. Los espectáculos teatrales y musicales en zonas próximas al frente servían para liberar el estrés del conflicto armado.
Los pianos Victory Vertical tenían el mismo objetivo. Estos pianos de Steinway & Sons pesaban considerablemente menos, apenas 14 kilos, y eran de un tamaño mucho menor.
La primera entrega se hizo lanzándolos en paracaídas. Esa fecha se recuerda como el día en que cayeron pianos del cielo. Además de lanzarlos desde el aire, la mayoría se hicieron llegar al frente en camiones
De esa forma, los soldados podían tener un entretenimiento con el que alejar la mente del duro conflicto que estaban viviendo.
En total, fueron 2.436 los pianos Victory Vertical que se enviaron a las tropas de tres continentes y que sirvieron para proporcionar incontables horas de diversión y entretenimiento a los soldados en guerra.