Poco hay que no se haya dicho ya de los pianos Steinway & Sons. Presentes en las grandes salas de conciertos de todo el mundo y amados por los pianistas más prestigiosos, estos instrumentos no tienen parangón.
Aunque la marca se estableció oficialmente en Estados Unidos en el año 1853, su historia se remonta mucho más atrás.
UNA VIDA DIGNA DE UNA OBRA DE DICKENS
El fundador de la casa de pianos más célebre del mundo, Heinrich E. Steinweg, nació en 1797 en Alemania. Su padre y sus hermanos murieron a causa de un rayo durante una tormenta. Su madre había fallecido años antes. Él tenía 15 años y fue el único superviviente de la familia.
Solo en el mundo, se alistó en el Ejército y luchó contra los franceses en la batalla de Waterloo. De vuelta a la vida civil, las estrictas normas sociales de la época le impedían fabricar pianos de forma oficial. Esto no fue obstáculo para el joven.
En 1836 construyó su primer piano en la cocina de su casa, un instrumento que se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. En 1851 se mudó a Estados Unidos con su familia y, tras muchas penurias, fundó su propia compañía de pianos bajo el nombre de Steinway & Sons.
Sus innovaciones técnicas y la calidad de la manufactura hicieron que la empresa se expandiera rápidamente. Su objetivo siempre fue fabricar el mejor piano del mundo. Y lo consiguió.
EL PIANO ENTRE LOS PIANOS
La marca ha sabido aprovechar la tecnología para perfeccionar sus instrumentos, pero su esencia artesana sigue vigente. Para crear un piano de cola Steinway & Sons se necesita un año de trabajo, más de 12.000 piezas, exquisitas maderas y grandes expertos.
Esta obra maestra ha sido protagonista sonora de películas y canciones, pero también de momentos históricos.
La compañía Steinway & Sons celebró la construcción de su piano número 100.000 con un piano muy especial que fue entregado al presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt.
En los años 30 construyeron una pieza de incalculable valor para conmemorar el instrumento 300.000 de la marca. Fue un regalo para el presidente Franklin D. Roosevelt.
Durante la Segunda Guerra Mundial, fabricaron 2.500 pianos ligeros para levantar la moral de los soldados. Los pianos Victory Vertical se lanzaron desde paracaídas y que sirvieron para proporcionar horas de entretenimiento a las tropas.
John Lennon utilizó un Steinway & Sons para componer su archiconocido tema Imagine (1971). Después, el instrumento pasó a manos de otras estrellas de la música, como George Michael. Para conmemorar el 70º aniversario del nacimiento de John Lennon, Steinway & Sons produjo una serie limitada de pianos con dibujos firmados por el artista.
La película belga de animación La casa mágica (2013) hace un guiño a la marca cuando, en uno de sus fotogramas, aparece un piano en el que se puede leer “Steinway & Daughters”, una clara referencia al fabricante líder de pianos.
En la galardonada película Green Book (2018), el protagonista, un pianista afroamericano que debe hacer frente a la segregación racial de los años 60, pide un piano Steinway & Sons para su gira.
Siempre en busca de la perfección que perseguía su fundador, la firma incorpora innovaciones tecnológicas que diferencian sus instrumentos. Ejemplo de ello es el revolucionario Spirio | r, el innovador sistema de reproducción en alta resolución que ha marcado un antes y un después en la excelencia sonora.