Pianista y compositor de gran talento, el tinerfeño Gustavo Díaz-Jerez es el protagonista de nuestra sección “Artista del mes”.
Hoy nos adentramos en su faceta profesional y humana.
Gustavo Díaz-Jerez nació hace 51 años en Tenerife (España), donde cursó sus estudios de piano con Jesús Ángel Rodríguez Martín. Posteriormente, se trasladó a Estados Unidos para continuar su formación de la mano de Solomon Mikowsky en la Manhattan School of Music (Nueva York), donde también estudió composición con Giampaolo Bracali y Ludmila Ulehla.
Académico de número de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel y profesor de piano en Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco, en 2010 obtuvo la Medalla Albéniz por su grabación y difusión de Iberia.
PIANISTA, COMPOSITOR E INVESTIGADOR
Nos encontramos ante uno de los máximos exponentes de la interpretación y la creación musical en España. Es uno de los mayores pianistas de su generación y un compositor de gran talento.
Como pianista, ha actuado en la mayoría de los auditorios españoles y en las principales salas a nivel mundial, como el Carnegie Hall (Nueva York), el Musikverein (Viena) el Concertgebouw (Amsterdam), el Royal Festival Hall (Londres), la Sidney Opera House (Asutralia) o la Beijing University (China).
Sus colaboraciones con renombrados directores y prestigiosas orquestas han dejado grandes momentos para la historia de la música. Ivan Fischer, Cristian Mandeal, Matthias Bamert, Victor Pablo, Gunther Herbig, Adrian Leaper, José R. Encinar y Stanislaw Skrowaczewski son solo algunos de los directores junto a los que ha trabajado.
Orquestas como la Budapest Festival Orchestra, la Turin Symphony, la Northern Sinfonia o la Berliner Symphoniker se suman a la mayoría de las orquestas de la geografía española que han contado con Gustavo Díaz-Jerez.
Asimismo, ha participado en prestigiosos festivales internacionales, como el Festival Internacional de Canarias, el Festival de La Roque d’Anthéron, la Quincena Musical Donostiarra o Festival Internacional de Santander, entre otros.
METALUDIOS: PIANO, MÚSICA ELECTRÓNICA Y MATEMÁTICAS
De su faceta como compositor no solo destacan sus obras para piano. Gustavo Díaz-Jerez también es autor de un significativo catálogo de obras sinfónicas y de cámara.
Una de sus más importantes obras es Metaludios, una colección de piezas para piano que inició en 2013. En esta innovadora y creativa obra, el autor no solo demuestra su conocimiento de la técnica pianística, sino que hace gala de sus profundos conocimientos de ciencia, electrónica, matemáticas y mitología.
Todas las piezas de Metaludios son diferentes, pero una gran atractivo sonoro que aúna elementos del movimiento espectralista con procesos derivados de las matemáticas (L-systems, fractales, algoritmos genéticos, teoría de los números, análisis del espectro armónico, síntesis aditiva, psicoacústica, etc).
Investigador incansable, Gustavo Díaz-Jerez es autor de FractMus, un programa informático aplicado a la composición, así como de un buen número de artículos relacionados con el tema.
NUESTRA ENTREVISTA CON GUSTAVO DÍAZ-JEREZ
Nos entrevistamos con Gustavo Díaz-Jerez para conocer un poco más sobre su faceta más íntima y personal. Esto es lo que nos ha contado.
- ¿Cuál es tu nombre completo?
Gustavo Díaz-Jerez
- ¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Fue decisión tuya?
Empecé con 8 años. En casa de mis abuelos, que eran aficionados a la música, había un piano vertical. La primera vez que lo vi fue como un imán. Me pasaba las horas experimentando por mi cuenta. Al ver mis padres que me atraía tanto, me matricularon en el conservatorio al año siguiente.
- ¿Cuál fue tu primer piano? ¿Lo sigues teniendo?
Es un Ronisch vertical de 1870. Aún lo tenemos y recientemente lo hemos restaurado. ¡Todavía conserva ese sonido tan cálido que me atrajo de niño!
- ¿Cuál ha sido el momento profesional más emocionante de tu vida?
La verdad es que me cuesta decir solo uno. Ha habido al menos tres que para mí han sido muy importantes.
El primero fue cuando toqué por primera vez con orquesta, a los 12 años, el concierto en Re mayor de Haydn, lo recuerdo con especial cariño. También fue muy emocionante cuando, ya mucho más tarde, toqué con lvan Fischer y la orquesta Festival de Budapest el concierto n° 3 de Béla Bartók. Otro momento muy importante para mí fue cuando Charles Dutoit estrenó una de mis obras orquestales con la Royal Philharmonic Orchestra.
- ¿Y el más complicado o frustrante?
También ha habido muchos. No sabría decirte uno en concreto. Es frustrante cuando estudias mucho para un concierto y luego, por razones que a veces no controlas, no salen las cosas como habías previsto.
- ¿Quién ha sido tu fuente de inspiración?
Como pianista tengo muchos referentes: pianistas antiguos como Friedman, Hoffmann, Rachmaninov, Cortot, etc. De los pianistas actuales, admiro muchísimo a Pierre-Laurent Aimard. Como compositor, Ligeti y, particularmente, Xenakis. Aunque estéticamente seamos muy diferentes, son dos de mis principales fuentes de inspiración.
- Si pudieras ser otra persona por un día, ¿quién te gustaría ser?
¡Uf! No lo sé. Es una pregunta muy difícil de responder. ¿Quizá Liszt el día de uno de sus legendarios conciertos? ¿O Neil Amstrong el día que pisó la Luna?
- ¿Tienes alguna manía antes de salir al escenario?
No sé si podría considerarse una manía, pero si puedo me gusta hacer ejercicio aeróbico, durante unos 20 o 30 minutos, unas dos o tres horas antes de salir al escenario. Hay estudios que demuestran que el nivel de adrenalina baja sustancialmente a la hora de subir a tocar.
- ¿Qué querías ser de pequeño?
Siempre tuve claro que mi pasión era la música, tanto la interpretación como la composición. Recuerdo que una vez, cuando tenía 10 años, me hicieron una entrevista en la televisión en Tenerife y me preguntaron: “¿Y tú qué quieres ser de mayor, mi niño?”. Yo respondí: “Compositor”.
- Si no hubieras sido pianista y músico, ¿qué te hubiera gustado ser?
Definitivamente, hubiera tirado por una carrera científica, quizá matemáticas o ciencias de la computación. Me encanta la ciencia y la utilizo como fuente de materia prima musical en mis obras desde siempre.