En nuestra sección “Artista del mes”, hoy nos entrevistamos con el joven pianista ceutí Álvaro Mur, una de las promesas del pianismo español que recientemente ha publicado su primer trabajo discográfico, «Introspección», un trabajo que reúne obras de Franck, de Falla y Ravel. Este primer álbum llega después de haber recibido el Primer Premio del Concurso Internacional de Piano Antoni Besses.
Sin haber cumplido la treintena, Álvaro Mur (Ceuta, 1993) ya ha sido galardonado con numerosos premios que dan idea de su meteórica trayectoria profesional nacional e internacional.
UN JOVEN PIANISTA DE ALTO NIVEL
Entre sus galardones destacan el Primer Premio y Premio EMCY del 90º Concurso de Juventudes Musicales de España, Primer Premio del Virtuoso International MusicCompetition, SilverStar en el Music&StarsAwards 2020, Primer Premio en el Festival Internacional de Piano Guadalquivir, Primer Premio en el Concurso Internacional de Música Antoni Besses, Primer Premio en el III Piano Meeting Ourense, Premio del Público y Premio ‘JardídelsTarongers’ en el Concurso Internacional de Música de Les Corts y Segundo Premio en el III Concurso Internacional de Piano Ciudad de Sevilla. A esta lista se suma una larga colección galardones y prestigiosas becas.
Su formación musical oficial comenzó en el Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla, bajo la tutela del maestro Alfonso Calderón de Castro. Tras finalizar la carrera con honores estudió con la concertista LilyaZilberstein y, posteriormente, cursó el Máster en el Conservatorio Liceu de Barcelona con el maestro Josep M. Colom.
La formación musical se completó con las clases de prestigiosos músicos y maestros, como Marie-Françoise Bucquet, Jorge Luis Prats, DmitriAlexeev, Vladimir Ovchinnikov, Boris Berman, Josu de Solaun, IlyaItin, Amir Katz, ZlataChochieva, Francesco Libetta, Artur Pizarro, Carlo Palese, Giselle Brodsky, Jorge Chaminé, MichikoShoji, Luca Chiantore, Ana Guijarro o BrennoAmbrosini, entre otros.
ACTUACIONES Y GRABACIONES EN TRES CONTINENTES
Su vida profesional ha dado mucho de sí en poco tiempo. Pese a su juventud, ya se ha dado a conocer en salas y festivales de España, Italia, Portugal, Francia, Suecia, Marruecos y EE. UU.
El Teatro Monumental (Madrid), el Teatro de la Maestranza (Sevilla), el Palazzo ChigiSaracini (Siena), la Casa de la Cultura de Gerona, el Instituto Cervantes de Palermo (Italia), el PalauetAlbéniz (Barcelona) y el Piano SalonChristophori (Berlín) son algunas de las salas que han reclamado su presencia.
Ha sido invitado a festivales como Miami International Piano Festival (EE. UU.), Aurora Music Festival (Suecia), la XXII Semana Internacional de Piano de Óbidos (Portugal), Music4Rom (Francia), Música alsParcs (Barcelona), el Festival Internacional de Piano Guadalquivir y el Piano Meeting Ourense.
Ha actuado junto a la Orquesta Sinfónica de RTVE, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y la Joven Orquesta Mediterránea. Asimismo, ha realizado grabaciones para radio y televisión (La 2 de RTVE y Radio Clásica, en España, y Antena 2, en Portugal).
A finales de 2020 publicó su primer álbum, “Introspección”, un recopilatorio de temas de Franck, Falla y Ravel que ha tenido una gran acogida por parte de la crítica por su expresividad y la calidad de su interpretación. En palabras del propio Álvaro Mur, este trabajo ha supuesto un reto con el que ha querido reflejar su propia personalidad como músico.
LA ENTREVISTA DE HINVES CON ÁLVARO MUR
En Hinves hemos querido conocer un poco mejor el lado humano de este gran pianista ceutí.
¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Fue decisión tuya
Comencé a tocar a los 8 años. Según me cuenta mi madre, me pasaba todo el día cantando por casa e imitando instrumentos en el coche, así que decidió inscribirme en el Conservatorio Municipal de Ceuta para que estudiara piano. Con lo que no contaba era con que, a los pocos días de empezar, ya iba diciendo que quería dedicarme al piano. Fue amor a primera vista.
¿Cuál fue tu primer piano? ¿Lo sigues teniendo?
Mi primer piano acústico fue un pequeño Amadeus vertical que ni recuerdo si tenía el modelo grabado. Lamentablemente, hace muchos años que lo tuvimos que vender. Y eso que le tenía mucho cariño.
¿Cuál ha sido el momento profesional más emocionante de tu vida?
Muchos. Me vienen ahora a la mente conciertos muy especiales, eventos… Quizás diría que cuando gané el Concurso de Juventudes Musicales de España, por todo lo que me ha traído profesionalmente en cuanto a proyección nacional y por lo que significó para mí personalmente.
¿Y el más complicado o frustrante?
Las incontables derrotas y noes que me he encontrado y no pongo en el currículum, ja jaja. Pero hasta de estos momentos amargos y frustrantes se sacan lecciones. Y de las importantes.
¿Quién ha sido tu fuente de inspiración?
Sonará típico, pero sinceramente diría que mi padre, que no es músico. Artísticamente, me han inspirado muchos artistas, maestros de todas disciplinas. Pero, a nivel personal y, en consecuencia, profesional, mi mayor inspiración ha sido él: es la imagen del trabajo constante, del esfuerzo y la perseverancia, de salir adelante ante las adversidades y no rendirse, encontrar soluciones por muy negro que esté todo y, además, disfrutando de las personas que quiere. Al final, de esto se trata todo.
Cada vez que me bloqueo y tengo un obstáculo, pienso: “¿qué haría papá?”. Además, siempre ha sido una fuente de apoyo inagotable y de admiración porque ha ido descubriendo el mundo de la música junto a mí.
Si pudieras ser otra persona por un día, ¿quién te gustaría ser?
La verdad es que no me gustaría ser nadie más. Me conformo y adoro mi vida y lo que espero de ella.
¿Tienes alguna manía antes de salir al escenario?
De momento, la única manía que tengo es que debo tener plátanos en el camerino para asegurarme de que mantengo la energía. Además, 10 o 15 minutos antes de salir a tocar necesito estar completamente solo para concentrarme y controlar las emociones. Creo que de momento no tengo manías extravagantes. ¡Está por ver!
¿Qué querías ser de pequeño?
Como te decía, desde pequeño lo tenía muy claro. Decía que quería dedicarme a la música. Por supuesto, como todos los niños, encontraba cosas que me fascinaban y me imaginaba dedicándome a ello. Tuve mi época de fascinación por la astronomía, la paleontología y, durante mucho tiempo, por los videojuegos. Pero, al final de la euforia, siempre estaba la música.
Si no hubieras sido pianista, ¿qué te hubiera gustado ser?
Me cuesta mucho imaginarme haciendo otra cosa. Cuando empecé mis estudios superiores, también contemplé matricularme en un Grado en Humanidades o Filosofía. Estuve a punto de realizar ambas carreras. Es probable que hubiera tirado por ahí.